viernes, 8 de mayo de 2009

Cómo reconocer a un falso profeta

Puesto que muchos no tienen los sentidos espirituales ejercitados en el discernimiento del bien y del mal, aqui les dejo este articulo para que puedan juzgar con justo juicio a los profetas de hoy. Cómo reconocer a un falso profeta

 Cómo reconocer a un falso profeta

 Por Dr. David R. Reagan

Los falsos profetas están hoy por todo el panorama, y son una señal de los tiempos que apuntan al cercano regreso de Jesús.

Jesús mismo advirtió de los falsos profetas en los tiempos del fin. Su discurso más detallado acerca de las señales del tiempo del fin está registrado en Mateo 24. En ese pasaje la primer señal que menciona es falsos profetas (Mt. 24:4-5). Su advertencia fue tajante y franca: “Muchos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”.

El apóstol Pablo hizo eco de la advertencia del Señor cuando habló a los ancianos de la iglesia en Éfeso. Aquí está tal como él lo puso, según lo registrado en Hechos 20:28-31: “Mirad por vosotros, y por todo el rebaño… Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad”.

 Pedro y Juan también advirtieron contra los peligros de los falsos profetas. Pedro aseguró que los falsos profetas“introducirían herejías destructoras, y aun negarían al Señor”(2 P. 2:1). Juan exhortó a sus hermanos a “probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Jn. 4:1)

Juan procedió a proporcionar una prueba que debería hacerse a los profetas. El dijo que se les debe pedir que confiesen que“Jesucristo ha venido en carne” y que El es de Dios (1 Jn. 4:2). El prosiguió a afirmar que cualquiera que rechace confesar que Jesús es de Dios tiene el “espíritu del anticristo”(1 Jn. 4:3).

La prueba del Antiguo Testamento para un profeta está estipulada en Deuteronomio 18:22  “Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta…”

Ésta, por supuesto, es una prueba obvia. Pero, ¿qué si la profecía se cumple? ¿Garantiza eso que el profeta está hablando por Dios? No necesariamente. La razón es que una palabra profética puede cumplirse por coincidencia o debido a una percepción sobrenatural dada al profeta por Satanás. Así que debe haber otras pruebas.

 Pruebas adicionales

1. ¿Habla el profeta en nombre de un dios distinto al verdadero Dios revelado en las Escrituras?

Si un profeta habla en nombre de Alá, o Baal o Vishnu, puede estar seguro que es un falso profeta.

 “Cuando se levantare en medio de ti profeta..., y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabra del tal profeta…; porque Jehová vuestro Dios os está probando” (Dt. 13:1-3)

2. ¿Pasa el mensaje del profeta la prueba de las Escrituras?

Si un profeta le dice que usted puede ser salvo poniendo su fe en María, la madre de Jesús, puede tener la seguridad de que no es un vocero de Dios.

 “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:8)

3. ¿Manifiesta la vida del profeta un compromiso a la santidad?

Si un profeta vive una vida pecaminosa, debe dudarse de sus profecías.

“Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterio, y andaban en mentiras… Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel…”(Jeremías 23:14-15)

4. ¿Produce la enseñanza del profeta el fruto del Espíritu? (Gálatas 5:22-23)

Si los seguidores del profeta son motivados a vivir mundanamente, el profeta no habla de parte de Dios.

 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis… No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar malos frutos” (Mt. 7:15-16, 18)

5. ¿Enfatiza el profeta visiones vanas?

Si el profeta se enfoca en visiones personales con percepciones sensacionales (visitas al Cielo o al Infierno, por ejemplo), debe desconfiarse de sus palabras.

“Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal”(Colosenses 2:18)

6. ¿Pronuncia el profeta sólo mensajes positivos?

Si el profeta nunca hace una llamada al arrepentimiento, debe sospecharse de él.

“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. Dicen atrevidamente a los que me irritan: Paz tendréis… Dicen: No vendrá mal sobre vosotros"(Jeremías 23:16-17)

7. ¿Aparenta el profeta ser codicioso de ganancias monetarias?

Si el profeta opera en una forma que parezca que su mayor interés es el dinero, tiene que ser evitado.

 “…Porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño. Y curaron la herida de la hija de Mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz”(Jeremías 8:10-11)

8. ¿Se enfoca el profeta en la exaltación de Jesús?

Si un profeta intenta atraer la atención hacia él mismo o se enfoca en el Anticristo o lo sensacional, él debe ser cuestionado.

“El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Ap. 19:10)

Una y otra vez, la Palabra de Dios nos ordena que probemos todos los mensajes con el fin de que no seamos engañados o extraviados. Pablo impulsó a la gente de Berea a que probaran todo lo que él les había enseñado, y ellos lo hicieron así “examinando cada días las Escrituras” para ver si lo que él estaba enseñando era escritural (Hechos 17:10-11). ¡Pablo era un apóstol! Cuánto más deberíamos probar por el estándar de la Palabra de Dios todas las enseñanzas que oímos.

La tragedia es que la mayoría de los cristianos profesantes de hoy son incapaces de probar algo debido a que son bíblicamente ignorantes. Hay una hambre de la Palabra en la mayoría de las iglesias de hoy (Amós 8:11), ya que las personas están siendo alimentadas con una dieta de psicología y pensamiento positivo.

 

¿Qué acerca de usted? ¿Estudia la Palabra en una base diaria? ¿Es capaz de probar doctrinas por medio de las Escrituras? Si no es así, entonces usted es un blanco fácil para el engaño. “Examinadlo todo, retened lo bueno” (1 Tes. 5:21).

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